11 de abril, Día Mundial del Parkinson
Con motivo del Día Mundial del Parkinson, que se celebra hoy, 11 de abril, el Dr. Juan Pablo Romero, Neurólogo de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, junto con el fisioterapeuta Yeray González-Zamorano, profundizan en el siguiente artículo en uno de los síntomas que afectan de manera mayoritaria a los pacientes con la enfermedad el dolor, y en las nuevas terapias que avanzan en su proceso de investigación dentro del Grupo GINTAD-UFV, dirigido por el Dr. Romero y del que forma parte González-Zamorano.
El dolor, ese gran desconocido en la enfermedad de Parkinson
La Enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común tras la Enfermedad de Alzheimer. La prevalencia mundial de esta enfermedad es aproximadamente del 0,3 % entre las personas de 40 años o más y es la fuente de discapacidad de más rápido crecimiento debido a desórdenes neurológicos.
Es ampliamente conocido que el Parkinson se manifiesta, principalmente, mediante síntomas motores, como son la rigidez, el temblor de reposo, la lentitud de movimiento y más tardíamente, la inestabilidad postural. No obstante, los pacientes con Parkinson desarrollan múltiples síntomas no motores. Estos síntomas no son tan conocidos, pero, a veces, ocasionan un impacto mayor que las alteraciones motoras en la calidad de vida. Ejemplos de síntomas no motores son las alteraciones cognitivas, depresión, ansiedad, apatía, desórdenes del sueño, fatiga, estreñimiento, sudoración excesiva, problemas urinarios y uno de los mas incapacitantes es el dolor.
Se estima que el 85% de los pacientes con Parkinson tienen dolor, considerándolo como moderado-severo hasta el 42% de los sujetos, sin embargo, aún no hay suficiente experiencia en el manejo de este síntoma.
El dolor en la Enfermedad de Parkinson puede ser diverso, los pacientes afectados refieren dolor musculoesquelético, dolor radicular, dolor orofacial, dolor neuropático, dolor asociado a las fluctuaciones tanto en off como en on, dolor nocturno por inmovilidad, dolor asociado al síndrome de piernas inquietas, dolor asociado a discinesias y distonías, etc. Todos ellos están recogidos en la única escala actualmente existente para la valoración del dolor en la enfermedad de Parkinson, la Escala de Dolor de la Enfermedad de Parkinson de King (KPDPS), que los valora en cuanto a su frecuencia y severidad.
Los mecanismos por los que se produce el dolor en la Enfermedad de Parkinson son realmente complejos e inciertos, por lo que se cree que varios síndromes puedan estar involucrados. En general, se cree que los pacientes con enfermedad de Parkinson pueden sufrir alteraciones en procesos perceptivos e interpretación del dolor en múltiples niveles como la transmisión de los nervios periféricos y procesamiento sensitivo-discriminativo debido a la degeneración nerviosa en las vías dopaminérgicas y en las estructuras no-dopaminérgicas mediadoras del dolor.
No obstante, se considera que no existe un centro principal de dolor en los pacientes con enfermedad de Parkinson, sino más bien una especie de matriz del dolor donde participan diversas estructuras como el tálamo, la amígdala, el hipotálamo, la ínsula, las cortezas somatosensoriales primaria (S1) y secundaria (S2), la corteza motora primaria (M1) y las corteza cingulada anterior y posterior, sin olvidar el vínculo que generan los ganglios basales entre el dolor y la experiencia emocional a través de la “red de saliencia”. Todo esto puede sugerir un origen principalmente central del dolor en la enfermedad de Parkinson.
Efectos de la pandemia de Covid-19 en los enfermos de Parkinson
Todos hemos sufrido cambios en nuestros hábitos a causa de la pandemia y esto ha repercutido en mayor o menor medida en nuestra salud física y mental. Los pacientes con Parkinson han sido particularmente afectados por estos cambios. En un estudio realizado en España con 570 pacientes con Enfermedad de Parkinson en el año 2020, el 65,7 % de ellos consideró que sus síntomas habían empeorado debido a la actual pandemia de la COVID-19. El dolor es uno de los síntomas que mas se ha incrementado como consecuencia de los cambios de hábitos impuestos por la pandemia.
Nuevas terapias para el tratamiento del dolor
Actualmente, no existen alternativas terapéuticas eficaces en el tratamiento del dolor en la enfermedad de Parkinson, ya que no se han establecido pautas con suficiente evidencia científica para su manejo y el tratamiento farmacológico ha mostrado resultados contradictorios. Además, tras la realización de revisiones sistemáticas, se ha propuesto la importancia del desarrollo de terapias no farmacológicas como una alternativa más segura y útil.
El grupo GINDAT de la UFV, en colaboración con el Hospital Beata María Ana, buscan cambiar de manera significativa en la investigación del tratamiento no farmacológico del dolor en la Enfermedad de Parkinson. Durante varios meses se ha trabajado junto a ingenieros del CSIC y el instituto técnico de Lisboa para la elaboración de dos protocolos de tratamiento que permitan el manejo del dolor sin incluir nuevos fármacos ni exponer al paciente a procedimientos invasivos.
Los dos proyectos tienen como intención producir cambios en el dolor que experimentan los pacientes y evaluar las características de procesamiento central del dolor (Umbrales de Dolor a la Presión, Modulación Condicionada del Dolor y Sumación Temporal), aspectos emocionales, cognitivos, neuropsicológicos, funcionales y neurofisiológicos antes y después del tratamiento.
En el proyecto PainPD-tDCS usará la novedosa técnica de Estimulación Transcraneal por Corriente Directa (tDCS) que podría reducir el dolor mediante aumentos en la excitabilidad de estructuras involucradas en el procesamiento del dolor, tanto sensorial como emocional, ( tálamo, la corteza prefrontal dorsolateral (DLPFC), corteza cingulada, ínsula y tronco del encéfalo), gracias a la conectividad cortico-subcortical. Esta técnica ya ha demostrado ser segura y eficaz para tratar otros tipos de dolor.
Por otro lado, en el proyecto PainPD-Imagine se probará el efecto de dos técnicas revolucionarias a través de un videojuego con Realidad Virtual. Estas técnicas son la Imaginería Motora (IM) y la Observación de Acciones (OA). Hay mucha evidencia que prueba que imaginar el movimiento o la observación del movimiento realizado en el propio cuerpo han sido eficaces en la mejora del dolor y sus características de procesamiento central en diversas poblaciones con dolor crónico. De hecho, con dichas técnicas se activan los mismos mecanismos fisiológicos cerebrales que con la realización del propio ejercicio físico, por lo que pueden generar respuestas hipoalgésicas similares a la ejecución de éste. Todo esto sumado al componente lúdico del videojuego con Realidad Virtual contribuiría también a disminuir la intensidad del dolor, como ya se ha demostrado en diferentes estudios.
Ambos proyectos están en proceso de reclutamiento, por lo que actualmente, cualquier paciente que padezca de la Enfermedad de Parkinson y experimente dolor puede participar en uno de ellos de manera completamente gratuita en las instalaciones de nuestro hospital.
Usted tiene Parkinson o conoce a alguien que lo tenga y tiene dolor puede encontrar mas información en la web de investigación de nuestro hospital haciendo click AQUÍ donde encontrará vídeos informativos y las publicaciones de los protocolos de investigación en revistas internacionales. También puede contactar con el Investigador Principal, el Doctor Juan Pablo Romero, a través de su correo electrónico: p.romero.prof@ufv.es o investigador a cargo de los proyectos, Yeray González Zamorano, Fisioterapeuta e Investigador del grupo GINDAT, a través de su correo: y.gonzalezz@alumnos.urjc.es.