Marcos Ríos Lago compartió en I ICEIBI el estado de la investigación neuropsicológica y la experiencia en el tratamiento de la población infantojuvenil con DCA.
A menudo, profesionales de nuestros equipos participan como ponentes en foros que abordan distintos aspectos que tienen que ver con la rehabilitación del DCA. Es el caso de Marcos Ríos Lago, requerido, entre otros eventos, para tomar parte en la primera edición de ICEIBI (International Conference Educational Inclusion and Brain Injury), que se celebró en Madrid.
En este espacio de análisis y transferencia de conocimientos sobre la inclusión de la población infantojuvenil y adulta con discapacidad ocasionada por daño cerebral, nuestro coordinador de la Unidad de Daño Cerebral de Hospital Beata María Ana habló del tratamiento neuropsicológico en el daño cerebral infantil.
Ríos remarcó la necesidad de centros especializados, con conocimiento y pericia en daño cerebral infantil, que trabajen con un enfoque transdisciplinar ajustado a cada fase de la evolución (a largo plazo) y basado en modelos teóricos de referencia, siempre durante un tiempo suficiente de tratamiento. De igual modo reclamó la continuidad y coordinación asistencial desde la fase aguda al largo plazo. Es importante, asimismo, centrarse en la discapacidad más que en los déficits e imprescindible considerar las variables emocionales y el contexto familiar. Trazar objetivos sobre calidad de vida, y no sólo en torno a la curación o a la supervivencia, mediante programas de atención individualizados sujetos a criterios de calidad claramente definidos y contrastables proporciona beneficios favorables.
Porque la lesión cerebral puede conllevar consecuencias físicas y sensoriales, cognitivas, emocionales, psicosociales, alteraciones conductuales y cambios de personalidad. Recurriendo a la definición de la doctora Barbara Wilson, explicó que “el término rehabilitación neuropsicológica puede ser aplicado a cualquier estrategia de intervención o técnica que tenga como objetivo permitir a los pacientes y los familiares que viven con ellos, manejar, sobrellevar o reducir los déficits cognitivos que se producen tras una lesión cerebral”.