En esencia este efecto consiste en la respuesta del tumor fuera del volumen radiado. Cuando la radioterapia destruye células tumorales, los desechos tienen propiedades inmunogénicas; es decir, son capaces de generar la respuesta inmune del paciente frente a su tumor, haciéndolo más sensible en su sistema inmunitario. Son diversas las publicaciones que indican que la radioterapia focalizada y selectiva transforma el tejido irradiado en un centro que ayuda al sistema inmunitario del paciente favoreciendo la respuesta inmune natural del enfermo sobre las células tumorales localizadas a distancia.
Los profesionales de i TAcC (Instituto de Técnicas Avanzadas contra el Cáncer) tienen una dilatada experiencia en técnicas que utilizan dosis altas focalizadas de radiación (ablativas) sobre tumores de pulmón, mama, hígado, próstata y cerebro desde hace años, habiendo podido evaluar positivamente los beneficios del efecto abscopal.