Entrevista al Dr. Marcos de Antonio, cirujano traumatólogo del Hospital Beata María Ana

Dr. Marcos de Antonio, cirujano traumatólogo en Hospital Beata María Ana:

“EL VERANO ES MÁS PROPENSO A LA APARICIÓN DE LESIONES TRAUMATOLÓGICAS, AUNQUE EL ORIGEN DEL PROBLEMA PROCEDE DEL INVIERNO”

  • “Es importante mantener una actividad física suave durante todo el año para evitar lesionarnos una vez que llega el verano”, asegura el traumatólogo.
  • A través de la ONG Cirujanos Ortopédicos Españoles para el Mundo, el doctor De Antonio se traslada dos veces al año a Camerún para realizar intervenciones.

El Dr. Marcos de Antonio nos cuenta en esta entrevista cuáles son las patologías que más frecuentemente atienden en el servicio de traumatología del Hospital Beata María Ana durante los meses de verano. Según afirma, la mayor parte de estas patologías “tienen su origen en el invierno, época en la debemos no disminuir drásticamente la actividad física. El Dr. De Antonio hace un repaso también a su lado más solidario, y nos cuenta su trabajo con la ONG COEM, con la que opera regularmente en Camerún.

P: Estamos en verano, y muchas personas aprovechan estas fechas para practicar alguna actividad al aire libre. ¿El verano es más propenso o menos de cara a que se produzcan lesiones traumatológicas?

 R: El verano es una época más propensa a que aparezcan lesiones traumatológicas. Sin embargo, el origen del problema procede del invierno, en el que disminuimos la actividad deportiva, atrofiamos musculatura,  generamos más rigidez articular y disminuye la elasticidad de nuestros músculos y tendones. Cuando reactivamos la actividad física, la musculatura y las articulaciones están menos preparadas y por tanto se lesionan con más facilidad.

P: ¿Hay algún tipo de lesión que sea más prevalente en este tiempo? ¿Cuáles, por ejemplo?

 R: Las lesiones más prevalentes debido a las atrofias del invierno son las tendinitis, sobrecargas musculares o las lumbociatalgias. También son propias del verano, debido al aumento de la actividad deportiva, las lesiones de tipo traumatológico y lesiones musculares por sobreesfuerzo.

P: ¿Qué tipo de recomendaciones se les puede hacer a las personas con el fin de minimizar estos posibles riesgos?

 R: La primera recomendación es no disminuir de manera importante la actividad durante el invierno. Es importante mantener una actividad física suave, apuntarse al gimnasio o, como mínimo, si se trata de personas que no tienen estas actividades incorporadas a su vida diaria, salir a caminar y hacer ejercicios de estiramiento que vayan dirigidos especialmente a las zonas musculares que sobrecargamos con nuestra actividad laboral. Una vez llegado el verano, lo ideal es ser progresivos: aumentar la actividad física día a día y hacer buenos estiramientos y calentamientos previos al deporte.

P: Al igual que ocurre con la actividad física, el sedentarismo también puede ser fuente de lesiones. ¿Qué tipo de lesiones se están viendo más frecuentemente en relación a estas largas jornada frente, por ejemplo, a un ordenador?

 R: Trabajar durante muchas horas delante de un ordenador fundamentalmente lo que genera son sobrecargas a nivel de cervicales y dorsales. La posición que adoptamos delante de un ordenador nos genera una tensión muscular continua y dificulta la llegada de nutrientes al músculo. Este defecto en la llegada de  nutrientes hace que el músculo trabaje en isquemia, aumentando las contracturas y las microrroturas fibrilares que facilitan estos dolores crónicos y de difícil recuperación.

P: ¿Nos podría dar un consejo para evitar este tipo de dolencias?

 R: El primero es cuidar la higiene postural. Es muy importante tener la mesa, la silla y la pantalla a una altura correcta. En segundo lugar, no estar más de una hora sentado delante de un ordenador. Esto es difícil para gente que tiene estrés laboral, pero sería conveniente levantarse cada hora para ir al servicio, comer algo o simplemente para realizar movimientos con la musculatura que faciliten la llegada de nutrientes gracias a la contracción y relajación necesarias. Por último, realizar ejercicios de estiramientos frecuentes, a diario, para ayudar y estimular la preparación muscular para estos sobreesfuerzos.

P: Una de las tareas que atiende en el hospital es la de las urgencias traumatológicas. A partir de su experiencia, ¿quiénes suelen ser, por desgracia, los usuarios más frecuentes de este servicio: niños, jóvenes, ancianos…?

 R: Los usuarios que acuden más frecuentemente al servicio de urgencias traumatológicas dependen de la época del año. En verano, debido al aumento de la actividad deportiva, es más frecuente recibir pacientes niños y jóvenes, mientras que en las épocas de invierno y otoño aumenta la asistencia en adultos y en personas mayores.

P: ¿Cuál es el tipo de lesiones más frecuentes que atienden en urgencias?

 R: Las lesiones que más comúnmente vemos en el Hospital Beata María Ana son, en primer lugar, las de tipo traumatológico en relación con actividades deportivas; en segundo lugar, lesiones que se deben a los procesos degenerativos, como fascitis, ciatalgias o tendinitis. Y en tercer lugar tenemos las fracturas osteoporóticas, que son las fracturas de los mayores en relación con la debilidad ósea. Esto, al fin y al cabo, está determinado por las características del hospital y la zona de influencia de Madrid a la que pertenecemos.

P: ¿Cree que lo valores que encarna una institución como las Hermanas Hospitalarias terminan manifestándose en el servicio sanitario que se presta a los pacientes?

 R: Absolutamente. La profesión sanitaria es puramente vocacional, y todos los valores de humanidad, cooperación, ayuda al prójimo o de hospitalidad mejoran la calidad asistencial. Es verdad que es un parámetro difícilmente medible, pero yo he trabajado en diversos hospitales, y puedo decir que, desde que llegué a este hospital, en 2007, he comprobado que los valores de las Hermanas Hospitalarias facilitan la relación médico-paciente, y eso mejora la calidad asistencial

“Cuando voy a África y colaboro, recibo mucho más de lo que doy”

P: Tengo entendido que usted colabora con una asociación y realiza intervenciones quirúrgicas en Camerún un par de veces al año. ¿Cuántos años lleva desarrollando esta actividad?

 R: Yo coopero con una ONG que es COEM (Cirujanos Ortopédicos Españoles para el Mundo). Es una ONG muy pequeña fundada en 2015 y de bajo presupuesto, con muy pocos gastos, en la que el personal que coopera se paga sus propios vuelos, de manera que todo el dinero que conseguimos de donaciones va directamente para material quirúrgico.

P:  ¿Cada cuánto tiempo acuden a operar a Camerún?

 R: En estos cinco años hemos realizado 54 expediciones (sólo se han suspendido este año por el Covid), y yo colaboro en dos viajes al año. Aseguramos una correcta asistencia sanitaria en traumatología, que requiere revisiones muy frecuentes, y hacemos una expedición cada mes de una semana de duración.

P: ¿Qué valores mueven a estas expediciones?

 R: Los valores fundamentales son hacer una correcta asistencia y una muy buena formación del personal local para que permita la continuidad asistencial de nuestra labor.

P: Básicamente, ¿qué atención prestan a los pacientes durante su estancia y qué tipo de lesiones traumatológicas atienden?

 R: Camerún, la zona en la que estamos trabajando, es una zona muy caótica y tenemos dos factores que determinan nuestra asistencia. En primer lugar, la baja calidad sanitaria, que provoca que aparezcan severas deformidades infantiles sin seguimiento y tratamiento, y que nosotros atendemos en edades incluso ya adultas. Son pacientes que antes de nuestra llegada estaban prácticamente desahuciados socialmente. En segundo lugar, África, por sus características comerciales, sus carreteras en mal estado, el extraordinario tráfico de motocicletas y coches en muy mal estado, presenta numerosos y severos traumatismos de accidentes de tráfico. Esto nos lleva a atender fracturas muy complejas con muchísimo tiempo de evolución.

P: ¿Cuál es la motivación que le llevó a unirse a este proyecto y qué le ha reportado desde el punto de vista humano y profesional?

R: Hay una parte romántica o de curiosidad, de ayuda al prójimo, y la verdad es que este efecto engancha de tal manera que uno se da cuenta de que cuando va a África y colabora, recibe mucho más de lo que da. Te implicas en la situación, en la formación del personal sanitario y te olvidas durante unos días de tu actividad laboral habitual, sacas lo mejor de ti, y genera un estímulo profesional importante que además revierte también en tu capacidad quirúrgica, porque los casos que atendemos allí sobrepasan de forma enorme a los que acostumbramos a ver aquí.

P: ¿Llevan a cabo un seguimiento de los casos que ven en África? ¿De qué manera lo hacen?

 R: Gracias a los viajes mensuales conseguimos un seguimiento bastante cercano. Además, cuando nosotros llegamos el personal local no tenía capacidad quirúrgica traumatológica, y ahora son capaces de operar bastantes urgencias.  Además, otra de las estrellas de nuestra capacidad asistencial en África es haber informatizado las historias clínicas de tal manera que podemos ver en tiempo real, a través de internet, la evolución de los pacientes a través de imágenes clínicas y radiológicas y los apuntes del médico local.

Vídeo-resumen de la entrevista >>

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