Entrevista con el Dr. Carlos Hernández Gil y el Dr. Pablo Hernández Esteban | Unidad Integral y Multidisciplinar de Medicina y Cirugía Deportiva y Degenerativa

“La gente muchas veces corre para ponerse en forma, y eso es un error. Para correr, hay que estar en forma”.

La Unidad Integral y Multidisciplinar de Medicina y Cirugía Deportiva y Degenerativa del Hospital Beata María Ana tiene como objetivo el tratamiento de aquellas patologías de carácter articular y musculo-tendinosas relacionadas con el deporte y los procesos degenerativos. Está especializada en artroscopia de todas las articulaciones y en cirugía protésica de hombro, codo, cadera y rodilla. El equipo está liderado por los doctores Carlos Hernández Gil y Pablo Hernández Esteban. El Dr. Hernández Gil es médico especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica, con una dilatada experiencia como responsable de la unidad de Hombro y Codo del Hospital Universitario “La Paz” en Madrid. A lo largo de su trayectoria ha combinado su labor asistencial con la investigación en Medicina del Deporte, campo en el que también es especialista.

El Dr. Hernández Esteban es Especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica en Hospital Universitario La Paz. Tiene una Amplia experiencia en Medicina y Cirugía Deportiva como Traumatólogo de la Mutualidad de Futbolistas Españoles en la Delegación de Madrid desde 2009, y ha realizado una estancia en el Hospital for Special Surgery de Nueva York, USA. Asimismo, es investigador principal en varios ensayos clínicos aprobados por la Comité Regional de Ética e Investigación de la Comunidad de Madrid.

Las lesiones deportivas se pueden prevenir siendo simplemente conscientes de las limitaciones de cada uno”, aseguran los doctores

Ambos doctores están al frente del proyecto Artroscop, un grupo multidisciplinar dedicado a cuidar la salud del deportista a través de la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y la investigación clínica.

P: ¿Qué es la unidad Integral y Multidisciplinar de Medicina y Cirugía Deportiva y Degenerativa? ¿Cuáles son los objetivos y qué profesionales la integran?

R. Dr. Hernández Esteban: La Unidad Integral y Multidisciplinar de Medicina y Cirugía Deportiva y Degenerativa nace de nuestra experiencia previa en el mundo del fútbol madrileño, en el cuál observamos ciertas necesidades. Nosotros, en los diez últimos años, hemos estado tratando a todos los futbolistas federados en Madrid, y en base a una serie de estudios (uno de ellos en el que desarrollé mi propia tesis doctoral), vimos necesidades comunes. Tradicionalmente, cuando un paciente tiene una lesión deportiva, son diferentes médicos los que le atienden: uno es el que le opera, otro el que le rehabilita, otro le hace seguimiento, y el médico cirujano le ve cada 3 meses, hasta que le da el alta. Además, casi todo el enfoque de este proceso va destinado al componente físico de la cirugía.

Sin embargo, nos hemos dado cuenta de que el tratamiento global ha de  tener un componente psicológico, que cada día cobra más importancia en la recuperación. De esta manera, consideramos que en el proceso de recuperación tienen que unirse el propio traumatólogo con el rehabilitador, el fisioterapeuta y con un psicólogo deportivo. Y en el momento en que el paciente quiera volver a entrenar, debe contar con el apoyo de un preparador físico.

P: Estamos entonces ante un abordaje integral de las dolencias deportivas y eso implica contar con especialistas en múltiples campos…

R. Dr. Hernández Esteban: Efectivamente, con esta visión, la unidad cuenta con cuatro traumatólogos, que son el Dr. Hernández Gil, el Dr. Gómez de Barrena, la Dra. Valverde y yo mismo; luego tenemos un rehabilitador, el Dr. Fernández de Vega, y dos preparadores físicos: Blanca Romero, con una amplia experiencia nacional e internacional en el mundo deportivo, especialmente en el fútbol, y José María Moya, quien también tiene un gran bagaje en el ámbito futbolístico. Además, contamos con Víctor Rubio, que es una eminencia en psicología deportiva, y con el que tenemos abiertos algunos estudios en este momento. Hay que decir que, en los últimos tiempos el psicólogo deportivo se ha vuelto obligatorio en los equipos de fútbol profesionales, y sin embargo, hasta ahora se le había dado muy poca importancia.

Por tanto, la singularidad de esta unidad reside en el enfoque multidisciplinar y en el seguimiento exhaustivo del paciente hasta el momento de su recuperación. Asimismo, de manera independiente a la Unidad del Hospital Beata María Ana, a través de la sociedad Artroscop, ofrecemos un servicio de prevención de lesiones deportivas para equipos de fútbol.

P: Ustedes representan a dos generaciones de traumatólogos distintas, ambas con una amplia experiencia profesional a nivel nacional e internacional. En este equipo, ¿Cómo se complementan? ¿qué aporta cada uno?

R. Dr. Hernández Esteban: Evidentemente, la experiencia la aporta el Dr. Hernández Gil, mi padre, tanto en lo que se refiere a técnicas artroscópicas como no artroscópicas, a lo que se suma su visión global en indicaciones y experiencia médica. Es cierto que la traumatología ha experimentado una gran revolución en los últimos diez o quince años, y en este sentido mi padre ha tenido dos cosas buenas, bajo mi punto de vista: por un lado, ha estado en un ambiente muy favorable, como es el mundo del fútbol, en el que él tenía un papel muy importante; y por otro, el hecho de trabajar yo estrechamente con él, le ha servido para estar siempre al día en la evolución de la disciplina. Por tanto, como “nativo artroscópico”, yo aporto más la parte referente a la cirugía artroscópica y él, todo su extenso bagaje y experiencia clínica.

R. Dr. Hernández Gil: Pablo es uno de los mejores artroscopistas que conozco. Ésa es mi opinión. Estar a la vanguardia de la investigación y de la técnica es una bendición para cualquier médico. Nos compenetramos muy bien, y esa colaboración es perfecta en la discusión previa de los casos complejos. Para mí es una suerte trabajar con él.

P: ¿Qué tipo de dolencias son las que les llegan con más frecuencia a la consulta? ¿Qué volumen sobre el total representan las lesiones deportivas?

R Dr. Hernández Esteban: En España, la práctica deportiva recreativa ha dado un cambio radical. Ahora mismo se fomenta mucho el running y todo tipo deportes de gimnasio. Todo eso conlleva que la gente joven no suele tener muchos problemas; pero la gente algo más mayor, a partir de los 30 años, es diagnosticada de muchas lesiones de sobreuso: tendinopatías o lesiones musculares principalmente, que son unas patologías que tradicionalmente se han denostado, porque parecían una patología menor, y sin embargo ahora mismo hay muchas herramientas que facilitan la reincorporación a la actividad física del paciente. Principalmente, hablamos del uso de nuevas terapias como Factores de Crecimiento o Electrolisis, que son terapias invasivas pero no quirúrgicas, y que se hacen en consulta guiadas por el ecógrafo.

Nosotros estamos enfocados hacia lesiones traumáticas, por supuesto, pero también tenemos más experiencia que el resto en esa patología insidiosa que hace que gente de más de 30 años deje de hacer deporte porque no encuentra una solución. Nosotros intentamos innovar en ese aspecto para ofrecerles una alternativa.

P: El deporte se ha convertido casi en una prescripción médica y en una forma clara de estilo saludable. ¿Qué deberíamos hacer, mejor de lo que lo hacemos, para no lesionarnos si hacemos deporte a partir de los 40?

R. Dr. Hernández Esteban: Es muy importante saber de dónde partimos. Ser conscientes de la base física que tenemos, porque muchas veces estas lesiones se puede prevenir simplemente siendo conscientes de las limitaciones de cada uno. Tenemos que saber que tenemos posibilidades de seguir crecimiento y mejorando nuestra capacidad física, pero de forma muy progresiva. Por eso, debemos evitar los deportes de alto impacto articular, como la carrera o los saltos. La gente muchas veces corre para ponerse en forma, y eso es un error. Para correr, hay que estar en forma. La persona que quiera correr y esté sano para hacerlo, debe empezar haciendo training y ejercicios de fuerza, porque a partir de ciertas edades, el trabajo aeróbico solo no vale.

Además, hay que promover mucho más los deportes de bajo impacto, como la natación, la elíptica, la bicicleta…Esto, sumado a ejercicios de fuerza, es básico para obtener un mínimo fondo físico. A partir de los 40 años, o tienes cierto background, o si empiezas a correr sin más, eres muy propenso a tendinopatías. Son muy habituales por este motivo las tendinitis en la parte posterior del glúteo o el famoso síndrome del piramidal.

R. Dr. Hernández Gil: Es muy importante una alimentación adecuada, el descanso y, sobre todo, los estiramientos de grupos musculares. Especialmente importante a la hora de correr son músculos como los cuádriceps, isquiotibiales o los glúteos. Todo eso hay que aprender a estirarlo. Y, además, hay que cuidar el cuerpo: cuidar la ergonomía, la armonía del movimiento. Cualquier sobrecarga puede acabar convirtiéndose en un lastre importante para el paciente.

P. ¿De qué manera las técnicas de imagen ayudan a curar esas lesiones o patologías?

R. Dr. Hernández Esteban: Hay muchas nuevas terapias asociadas al ecógrafo para el tratamiento de estas patologías: infiltraciones de alto volumen en tendinopatías crónicas, limpiezas en tendinopatías cálcicas… Son técnicas ecoguiadas mínimamente invasivas, que se hacen en la propia consulta, y con resultados similares o incluso mejores que los de la cirugía.

P: ¿Qué otras técnicas innovadoras emplean?

R. Dr. Hernández Esteban: En lesiones musculares y tendinopáticas por sobreuso en deportistas, y en función de la cronicidad de la lesión, el abordaje que hacemos es diferente. Una de esas nuevas técnicas es la Electrolisis, que consiste en la aplicación de una corriente galvánica dentro de la propia zona de la lesión. A esta técnica muchas veces se le asocia el uso de Factores de Crecimiento Plaquetarios. Otras técnicas que utilizamos son las que en literatura se llaman barbotage, que son limpiezas ecoguiadas de tendinitis calcificantes. En tendinopatías crónicas empleamos lo que se conoce como Infiltraciones a alto volumen. Básicamente consiste en inyectar suero fisiológico (con un poquito de anestésico previo para que no duela) cerca del tendón, para distender la estructura tendinosa y eliminar uno de los factores que generan esa cronicidad, que es la neovascularización (creación de nuevas arterias dentro del tendón).

P: ¿En estos momentos, están trabajando en alguna investigación o en el desarrollo de alguna nueva técnica?

R. Dr. Hernández Esteban: Yo soy miembro del centro de investigación médica asociado al hospital de La Paz y estoy trabajando con el Dr. Gómez Barrena en diversos ensayos clínicos a nivel europeo sobre el tema de Células Madre. Solamente se pueden utilizar en ensayos clínicos controlados, que es en lo que actualmente estamos trabajando. Y es que el mayor problema que tenemos ahora mismo en la terapia biológica es el desconocimiento. La misma terapia sirve, por ejemplo, para desinflamar y para inflamar.

P: ¿Podemos afirmar entonces que estamos todavía lejos de conocer el funcionamiento químico y orgánico del cuerpo humano?

R Dr. Hernández Gil: Claramente. Y es por eso que la ciencia y la investigación nos van a llevar a ir aprendiendo día a día. Y la experiencia propia, junto con la experiencia de los demás, es la que nos va a dar los nuevos conocimientos.

R Dr. Hernández Esteban: Los conocimientos cambian de un día para otro. Hasta el punto de que la misma molécula, en diferente entorno, hace cosas radicalmente distintas. Esto puede ser porque a lo mejor no es la misma molécula, aunque nosotros la hayamos llamado igual, porque nos parece la misma, pero realmente no lo sea, que es uno de los problemas. Nosotros estamos dando una explicación con las herramientas que tenemos, con las “letras” que tenemos. Pero es que a lo mejor nos faltan letras por descubrir en nuestro abecedario.

P: ¿Hay algún plan o iniciativa que estén pensando poner en marcha desde la Unidad?

R. Dr. Hernández Esteban: Las terapias que se usan en ensayos clínicos no se pueden utilizar a día de hoy en los pacientes. Pero el conocimiento, sí. Nosotros en este campo aportamos el conocimiento de la ciencia base, la aplicación al ciudadano de esos conocimientos y la selección muy concreta de un tipo de terapias que garantizamos que tiene buenos resultados. Tenemos métodos de control que nos aseguran que lo que decimos que estamos poniendo es realmente lo que estamos poniendo. Que aunque parezca llamativo, no siempre es así.

R Dr. Hernández Gil: Esto es un movimiento colectivo de investigación y experiencia. Un movimiento continúo en el que ahora lo que se está haciendo es ver si realmente podemos “añadir letras al abecedario”; identificar lo que estamos haciendo; los factores que determinan el éxito o el fracaso de las terapias, y comprobar los resultados en la patología.  En esos tres conceptos básicos estamos innovando.

P: ¿Qué les ha aportado el Hospital Beata María Ana desde el punto de vista de la práctica médica?

R. Dr. Hernández Esteban: Lo primero que nos ha aportado es el entorno, que es privilegiado. Este hospital es una maravilla, tanto por el entorno arquitectónico (el edificio que ocupa) como por el ambiente personal que se respira. Nos ha permitido también ocupar un espacio excepcional de consultas, donde se ubica Artroscop, con la ayuda que eso supone para el proyecto. En este hospital te cambia el carácter. Es luminoso, amplio, limpio, la gente es amable… es un oasis dentro de la medicina privada, donde casi todo lo que hay es más impersonal, basado en las tecnologías y la informática, mientras que aquí el ambiente es completamente diferente. Los paradigmas que usan en el Hospital Beata María Ana no son los paradigmas que usan en otras corporaciones.

R Dr. Hernández Gil: El ambiente es fantástico. Los responsables del hospital no pueden ser más amables. Nos dejan hacer, con un control, pero teniendo la libertad para ejecutar, y eso es un lujo irrepetible. Es un sitio fantástico para poder trabajar a gusto.

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