Eva María Toboso, premio Top Beata Alegría: “Conseguir que los pacientes se sientan como en casa es mi reto diario”

Eva María Toboso, trabajadora del departamento de admisión del Hospital Beata María Ana, fue elegida el pasado mes de diciembre Top Beata Alegría, un reconocimiento otorgado por sus propios compañeros. En esta entrevista, Eva María nos cuenta sus sensaciones al recibir el premio y nos desgrana el día a día en su puesto de trabajo.

¿Qué supone para usted haber sido reconocida como Top Beata en la categoría de Top Alegría?

Un orgullo inmenso. Me hace infinitamente feliz al tratarse de un reconocimiento que me otorgan mis propios compañeros, a los que tanto aprecio. Y a ellos he de reconocerles, ahora que no me oyen, que mi alegría también es la suya. Este premio lo hemos logrado entre todos.  Gracias por vuestra compañía, cariño, cercanía, respeto, por compartir vivencias e interactuar conmigo siempre con una sonrisa.  Ha sido muy fácil para mí, compartiendo con vosotros ser “Top Alegría”. Me llena de satisfacción si os he podido transmitir esa alegría en vuestro día a día.

Resuma brevemente su paso por el centro

Mi vida laboral aquí en el hospital se ha desarrollado casi completamente en la Recepción Principal, exceptuando tres años que estuve desempeñando mi puesto en la Recepción de urgencias Empecé a trabajar en el hospital hace 14 años, en el 2008. Venía de una jornada partida y, tras haber sido madre, precisaba de una jornada continuada que me permitiese pasar el máximo tiempo con mi hija.

Siempre me ha encantado el trato directo con el paciente o, más bien, con las personas. Disfruto en mi puesto con ellos y he de reconocer que es muy gratificante para mí que me reconozcan al llegar, consiguiendo un clima de familiaridad con ellos. Para mí es un logro y un reto diario conseguir que se sientan como en casa.

¿Cómo es su día a día en el hospital?

Mi jornada laboral se desarrolla en la Recepción Principal del Hospital en horario de mañana. Mis funciones son muy variopintas: mi trabajo consiste en atender, informar y ayudar a los usuarios y compañeros, tanto física como telefónicamente; también realizo labores de apoyo en la citación de pacientes en lista de espera de la rehabilitación ambulante, en la inclusión de  pacientes en la lista de previsión quirúrgica o en la organización de la  correspondencia diaria. Además, desde mi puesto, soy responsable de apertura de puertas de acceso al hospital.

Siempre me acompaño en mi trabajo con mi mayor pasión: la música, y un buen café. De esta forma, la jornada avanza sobre ruedas.

¿Qué es lo que más valora de una institución como Hermanas Hospitalarias?

De las Hermanas Hospitalarias valoro el cumplimiento de los valores hospitalarios de la institución en nuestro hospital. Creo que es fundamental para dar continuidad al legado de las hermanas. Valoro la cercanía y el apoyo que nos brindan siempre las hermanas hospitalarias, estando atentas a nuestras necesidades y dispuestas a escucharnos, creando así un clima familiar y de arraigo a la institución.

También valoro el cuidado integral e individualizado que nuestro hospital brinda al paciente, que en definitiva es nuestra esencia y por lo que, día a día, tenemos que esforzarnos.

Por último, valoro los detalles de la institución con nosotros. Los pequeños detalles cuentan mucho.

¿Qué le ha aportado el Hospital Beata María Ana en el plano profesional y personal?

En el plano profesional, me ha aportado gran experiencia en la atención directa con las personas, deteniéndome en las necesidades de cada uno como ser individual y único, siempre guiada por nuestros valores y con el fin único de ayudarles.

Con mi inclusión en el Grupo Permanente Solidario (GPS) afiancé mi espíritu solidario y de ayuda o los demás, desarrollando labores con pleno compromiso.

También me han aportado un continuo aprendizaje tanto las hermanas hospitalarias como los grandes profesionales con que contamos. Sus conocimientos y  buen hacer diario son  un ejemplo a seguir.

En el plano personal, reseñar que he podido disfrutar y desempeñar mi labor de madre, compartiendo las tardes con mis hijos, Eva y Alejandro,  gracias a mi horario de mañana en el hospital. Esto me ha permitido ser muy feliz y poder conciliar trabajo y familia. ¡Eternamente agradecida! También me ha aportado estabilidad laboral, sintiéndome desde el principio una integrante más de esta familia hospitalaria, querida y respetada.

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