La próstata: esa glándula masculina tan familiar como desconocida

Con motivo del Día Europeo de la Salud Prostática

El Servicio de Urología del Dr. Gregorio Escribano Patiño en el Hospital Beata María Ana ofrece una serie de informaciones, consejos y recomendaciones para entender mejor las enfermedades de la próstata.

La próstata es una glándula del aparato genital masculino. Se sitúa debajo de la vejiga, rodeando la uretra (conducto que conduce la orina al exterior). Su misión consiste en producir un líquido que hace que el semen sea fértil.

Las enfermedades que pueden afectar a la próstata son su infecto-inflamación (prostatitis), que necesita un enfoque especializado para evitar que se haga crónica. La Hiperplasia Benigna de Prósta (HBP) es el crecimiento benigno de la glándula. Si deriva en una enfermedad maligna, entonces hablamos del Cáncer de Próstata.

La Hiperplasia Benigna de Próstata  (HBP) es el tumor benigno de la próstata. Es muy frecuente y consiste en el aumento de tamaño de la próstata con la edad (en general por encima de los 45-50 años).

Este crecimiento puede causar obstrucción a la salida de orina desde la vejiga al exterior, al dificultar una buena apertura de tracto de salida vesical hacia el exterior.

Signos de alerta  

Entre los síntomas que pueden alertarnos de la existencia de problemas prostáticos figuran: un chorro de la orina con menor calibre y fuerza. La necesidad de orinar con más frecuencia de día y de noche. Sentir que hacer esfuerzo para orinar. Presencia de imperiosidad o  urgencia para orinar. Sensación de que queda orina en la vejiga, no se puede orinar y se retiene orina. Cuando el problema ha progresado mucho, puede haber expulsión de sangre al orinar, retención urinaria, producción de cálculos urinarios y se puede alterar la función de los riñones.

Diagnóstico de la HBP

Para el diagnóstico de la HBP se debe acudir al Urólogo. Si se hace un diagnóstico precoz, se podrá orientar mejor su evolución y evitar complicaciones.

No todos los varones con HBP necesitan tratamiento, sólo lo precisarán aquellos varones con problemas de aparato urinario inferior. Cuando es necesario, existen diversas alternativas para su tratamiento. Hoy tenemos medicamentos que pueden mejorar la salida de orina desde la vejiga y otros que disminuyan su tamaño.

Cuando el problema requiere una solución eficaz o definitiva, es la cirugía quien consigue los mejores resultados, ya que es necesario extirpar el tejido prostático que obstruye. En la mayoría de los casos, puede operarse con un aparato endoscópico a través del conducto urinario (uretra), bien resecando el tejido o bien vaporizándolo con Laser (sistema nuevo y muy poco agresivo, que evita la hemorragia y el alta del hospital es muy precoz). En caso de próstatas de mayor tamaño, habrá que hacer cirugía abierta.

El tratamiento más adecuado se consigue individualizando a cada paciente, con un asesoramiento completo y una exhaustiva orientación de las distintas opciones

El Cáncer de próstata

Es el tumor maligno de la próstata.  Es frecuente y constituye en nuestro medio el segundo tumor maligno más diagnosticado en el varón. A lo largo de la vida, uno de cada 9-11 varones desarrollará un carcinoma de próstata. Hoy en día, la mayoría de los casos se diagnostican en un estadio localizado, lo que hace que sean potencialmente curables.

Los síntomas varían desde asintomáticos a molestias por las metástasis (extensión fuera de la próstata). En general, las molestias, cuando las hay, son similares a la HBP.

Diagnóstico y tratamiento

El Urólogo basará su diagnóstico en la historia clínica y en la exploración física. Debe completarse con un análisis de sangre (antígeno prostático específico o PSA) y pruebas de imagen (Resonancia Nuclear Magnética, ecografía, etc.). Para un diagnóstico de confirmación es necesaria la biopsia de la próstata. Se practica de una manera poco agresiva y sin ingreso en hospital.

Después de unas pruebas, podemos saber en qué fase se encuentra la enfermedad, y así ver cuál es el mejor tratamiento. Si se diagnostica localizado en próstata, hay altas posibilidades de curación, mediante la cirugía radical. La radioterapia y la crioterapia son opciones de tratamiento radical en determinados casos.  No obstante, como en la mayoría de las enfermedades tumorales, habrá que ajustar el tratamiento a cada paciente de manera individual, ya que influye el estadio de la enfermedad, la edad, la presencia de enfermedades concomitantes, etc.

Es importante saber que aún en fases avanzadas tenemos a nuestro alcance recursos terapéuticos efectivos, basados en la medicación y en otras técnicas.

Consejos para mejorar la salud prostática:

Cuando existen sospechas urinarias que se mantienen en el tiempo, es necesario consultar siempre con el médico especialista en Urología.

Además, como ocurre con otros campos de la medicina, la prevención es importante. En este sentido, hay consejos sobre pautas alimentarias que inciden en la salud prostática, como evitar las comidas con especias, las bebidas excitantes o alcohol.

También es importante no demorar la micción y evitar el estreñimiento.

El cuidado de la salud prostática es rentable

A partir de los 45-50 años, y según los antecedentes familiares, es recomendable realizar estudios de salud prostática, con una periodicidad anual.

Hoy en día disponemos de suficientes recursos médicos para hacer un diagnóstico exacto acerca de si hay patología y saber qué enfermedad afecta a la próstata.

Cuando el problema es significativo, y después de un correcto diagnóstico por el médico Urólogo, el tratamiento específico de las enfermedades de la próstata, en la mayoría de las ocasiones, es muy efectivo. En la actualidad se consiguen altas tasas de curación tanto en la enfermedad benigna como en los tumores malignos.

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