El doctor Manuel Villanueva, traumatólogo y maratoniano, explica cómo la práctica del deporte ayuda a envejecer mejor y aumentar la calidad de vida

El ejercicio físico es bueno para el cuerpo y la mente a cualquier edad, pero sobre todo en las personas mayores, y así lo afirma la abundante evidencia científica disponible. Reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la patología cardiaca o la diabetes, mejora la densidad mineral ósea y protege contra el deterioro cognitivo, incluida la demencia.

Con las debidas precauciones, no existe a priori ningún motivo para no ejercitarse, y en ese sentido se expresa el doctor Manuel Villanueva, director de las unidades de Cirugía Ecoguiada y Recambios Protésicos del Hospital Beata María Ana, en Madrid, y primer traumatólogo español premiado por la Asociación Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos.

Pregunta: ¿Qué efecto tiene el deporte sobre el envejecimiento?

Respuesta: El ejercicio puede hacer que envejezcamos sanos, fuertes y optimistas, y mejora la autoestima y la calidad de vida incluso en pacientes con enfermedades neurológicas diagnosticadas, como párkinson o alzhéimer. Hoy se sabe que este beneficio no es exclusivo del deporte aeróbico porque aumente el riesgo sanguíneo, sino que también es propio del deporte anaeróbico, como levantar pesas, por ejemplo. Esto se debe al aumento de la producción de endorfinas (los analgésicos naturales, moduladores de la felicidad y el placer) o de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina. La pérdida de fuerza muscular es lo que más se deteriora con la edad, pero también es lo más fácil de entrenar a cualquier edad, no solo a los 20, 30 o 40 años. Más allá de su efecto sobre los tejidos óseo y muscular (protege las articulaciones), el deporte promueve el crecimiento del tejido nervioso.

P: ¿Qué otras ventajas conlleva el ejercitarse regularmente?

R: En general, podemos afirmar que mejoran su autoestima y su calidad de vida. Tiene un impacto positivo sobre la calidad del sueño, provoca una mayor resistencia a la fatiga y un aumento de la agilidad, la elasticidad, la coordinación y el equilibrio. Pero no se queda ahí: además, retrasa la atrofia muscular y aumenta la longevidad. Desde el punto de vista mental, mejora la capacidad de alerta y de concentración, reduce la ansiedad y los estados de depresión, y contribuye a aumentar la autonomía personal y la interacción social.

P: Ha mencionado que el deporte ayuda a envejecer. ¿Es en algún momento tarde para empezar?

R: La gente que ha estado en forma en los 40 y 50, tienen también mejor conservadas las capacidades cognitivas (además de las físicas) al llegar a los 70, por lo que el ejercicio físico es el mejor plan de pensiones. El problema, si no se tiene hábito, es por dónde empezar sin que exista temor a las caídas o las lesiones. Por supuesto, es importante una valoración física o chequeo médico que evalúe su resistencia cardiorrespiratoria, la fuerza, flexibilidad y coordinación y los posibles antecedentes de enfermedades de corazón, circulatorias o de pulmón, y operaciones previas o enfermedades crónicas que puedan contraindicar ciertos ejercicios o el uso de medicamentos.

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