Las terapias grupales en la Unidad de Daño Cerebral

La rehabilitación grupal promueve y facilita la integración social desde la fase subaguda del daño cerebral en la que el paciente necesita una rehabilitación de carácter intensivo. Los grupos se establecen teniendo en cuenta tanto los objetivos individuales como los colectivos. El fin último de todos los talleres, además de mejorar la capacidad física o cognitiva que se trabaja junto con el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas, es fomentar la aceptación y la adaptación al entorno hospitalario, y con ello crear un vínculo terapéutico más fuerte y estable.

La terapia grupal forma parte del tratamiento multidisciplinar, que implica la coordinación entre los diferentes profesionales que participan de forma activa en la rehabilitación del paciente; es una manera eficaz de consolidar los beneficios obtenidos en las sesiones individuales y de acrecentar la generalización de los objetivos: posicionamiento del paciente, pautas de alimentación, uso del comunicador, manejo de conducta en entornos normalizados, etc.

El abordaje en grupo pretende trabajar todos los déficits y alteraciones que provoca el daño cerebral (cognitivos, conductuales, emocionales, funcionales, físicos y de comunicación), así como favorecer la adecuada readaptación al entorno sociofamiliar. La terapia grupal puede abarcar todas las dimensiones del ser humano. Permite, asimismo, la socialización entre personas que están viviendo un proceso hospitalario similar, lo cual redunda en mejorar la calidad de vida y fomentar la integración durante las primeras fases del proceso de rehabilitación.
A su vez, el trabajo grupal afronta como objetivo general, necesario e imprescindible la toma de conciencia de las dificultades; potenciándose a través del aprendizaje observacional y por consiguiente el “efecto espejo” (comparación entre iguales). El paciente recibe un feedback inmediato, no solo de sus terapeutas sino también de los propios compañeros, comparando su rendimiento con el de las otras personas del grupo, aumentando la compresión de lo que les ocurre y desarrollando diferentes alternativas para enfrentarse a las dificultades que viven diariamente.
La Unidad de Hospitalización de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana elaboró este proyecto encaminado a establecer las estructuras necesarias para facilitar la integración social desde la fase subaguda del daño cerebral, en la que el paciente precisa una rehabilitación de carácter intensivo. Las responsables se encargan de organizar y dirigir los grupos teniendo en cuenta tanto los objetivos individuales como los colectivos. Es importante que cada paciente se sienta vinculado y motivado, de ese modo aumentará la cohesión del grupo y se fomentará la comunicación entre sus integrantes.

Objetivos tanto individuales como colectivos

Un aspecto muy importante que hay que tener en cuenta es el perfil de paciente que puede beneficiarse del aporte grupal. A excepción de los pacientes de muy grave afectación (estado de vigilia sin respuesta, mínima conciencia y cuadros confusionales) o de los pacientes con conductas altamente disruptivas (agresividad, agitación, inquietud motora), la inmensa mayoría de perfiles de pacientes se benefician de la terapia en grupo.
El desarrollo de las actividades grupales se lleva a cabo en las salas polivalentes de la Unidad de Daño Cerebral, lo cual es otro aspecto interesante a la hora de organizarlas, puesto que es necesario el control de las variables ambientales para conseguir que el ambiente sea estable y positivo. Desde la organización intentamos minimizar el efecto perjudicial de estímulos físicos como el ruido o el exceso (o defecto) de iluminación.

Se pueden distinguir dos grandes bloques de trabajo grupal: el grupo físico y el grupo cognitivo. Ambos se desarrollan en paralelo en lugares separados y son coordinados y supervisados por profesionales especializados en cada materia. Se imparten en horario de mañana, desde que el paciente finaliza el programa funcional de aseo y abandona la habitación hasta la hora de comer, cuando se activa el programa funcional de alimentación. Tienen lugar de lunes a viernes, dejando los fines de semana sin carga terapéutica para aumentar las horas de descanso y acompañamiento familiar, imprescindible para el estado emocional y motivacional del paciente.

Estimulación de las diferentes capacidades

El bloque de la terapia grupal física engloba varias actividades, cuyos objetivos son: potenciar el resultado del Programa de rehabilitación de miembro superior, trabajar la motricidad fina (lanzar, apretar, punzar, recortar, coser, pintar, etc.), la estimulación sensorial e integración del lado afecto, la grafomotricidad, las praxias constructivas y realizar actividades deportivas adaptadas.
Con todas estas actividades se pretende promover el desarrollo psicomotor y la habilidad motriz, trabajar el esquema corporal, el equilibrio y la propiocepción del paciente, compensar la heminegligencia, favoreciendo a la vez las interacciones sociales. A su vez, los juegos deportivos potencian la estabilidad estática y dinámica, el equilibrio, la propiocepción del paciente y la activación de diferentes grupos de músculos. El uso de la realidad virtual y la introducción del uso de nuevas tecnologías, como la Wii, ayudan al desarrollo de la autonomía y aumentan la motivación y la capacidad de esfuerzo del paciente.
El bloque de la terapia grupal cognitiva engloba diferentes actividades cuyo objetivo general es reforzar el programa rehabilitador neuropsicológico, fomentar la integración en el entorno hospitalario y favorecer el camino hacia la toma de conciencia de la nueva experiencia vital tras sufrir un daño cerebral.
Se pueden diferenciar actividades grupales según la frecuencia de tratamiento. Cada mañana se realiza una actividad que marca el comienzo de la rutina diaria. La conocemos como “sesión de buenos días”; aporta orientación temporal y espacial en relación al mundo hospitalario e incluye referencias necesarias en relación al mundo exterior (noticias, acontecimientos, etc.). Se insta a generar debates, fomentar el contacto con otros ‘iguales’ y promover la expresión de opiniones y necesidades personales. Semanalmente se desarrollan talleres con el fin de favorecer la estimulación de las diferentes capacidades cognitivas (atención, memoria, fluidez, planificación, flexibilidad, etc.) a través de actividades de lápiz y papel y/o juegos de mesa. Es un entorno rehabilitador exigente a nivel cognitivo, donde se genera un clima dinámico, flexible, lúdico y motivador.
El resultado de todo este conjunto de actividades es la potenciación de la capacidad de establecer objetivos comunes y propios, la adecuación en la toma de decisiones y la puesta en práctica de la regulación en la resolución de conflictos interpersonales.

El fin último de todos los talleres, además de mejorar la capacidad física o cognitiva que se trabaja junto con el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas, es fomentar la aceptación y la adaptación al entorno hospitalario, y con ello crear un vínculo terapéutico más fuerte y estable.

Escrito por las neuropsicólogas
- Elena Mariño
- Sandra Nieto
- Geanina Arisan

La entidad Hospital Beata María Ana durante el año 2018 ha ejecutado el proyecto Programas de promoción- adecuación de centros-unidades de atención a personas con discapacidad subvencionado con cargo al 0,7% del IRPF”

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